domingo, 12 de diciembre de 2010

Teo y la Barraca



Ya no se hace teatro como el de antes, ni mejor ni peor, diferente, más moderno, pero no como el de antes, y eso Teo lo sabe, lo nota... El otro día, Teo nos contaba como el grupo Escena Erasmus salió de gira por toda españa con La nave de los locos, y a raíz de esto, le han entrado ganas de hablaros de Lorca y de su proyecto: La Barraca, algo muy similar al proyecto Escena Erasmus...

La Barraca fue un teatro universitario ambulante que se propuso poner de nuevo al pueblo español en contacto con su glorioso pasado teatral; uno de los generosos proyectos que la República llevó a cabo a poco de su advenimiento. Siendo su cometido de carácter cultural y popular, no es de sorprender que su defensor en el seno del gobierno de la república fuese Don Fernando de los ríos, ministro de la justicia inicialmente y luego de Instrucción Pública, Ministerio del que dependía la subvención de la barraca.



El proyecto presentado por la Federación de estudiantes era mucho más vasto que el que se realizó. Comportaba aparte de un teatro ambulante, un teatro fijo en Madrid, y que algunos estudiantes de arquitectura llegaron a proyectar, y según estos planos la sala habría contado con quinientas butacas y cinco palcos al fondo.



Se hablaba de la Barraca mucho antes de que existiera, es muy probable que el nombre aludiese más bien al teatro fijo., ya que el ambulante era un teatro al aire libre, mas cerca del teatro de la época clásica, que se desplazaba y hacía sobre carros. En parte de andalucia, y especialmente en Granada, de donde es Lorca, las barracas son las construcciones de madera fácilmente desmontables donde se hacen los espectáculos y números propios de las ferias, sin excluir el teatrillo de muñecos.

El proyecto presentado por la Federación de estudiantes era mucho más vasto que el que se realizó. Comportaba aparte de un teatro ambulante, un teatro fijo en Madrid, y que algunos estudiantes de arquitectura llegaron a proyectar, y según estos planos la sala habría contado con quinientas butacas y cinco palcos al fondo.

Que proyecto tan bonito...


Hablando con su abuelita, a Teo se le acaba de ocurrir que les propondrá algo a sus compañeros de clase... ¿porqué no convertirse en el sucesor de Lorca?

Ay! va a dejar de soñar...


Lo que tiene claro es que sin trabajo, no se pueden conseguir las cosas...


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