martes, 2 de noviembre de 2010

Los intereses creados.


La semana pasada Teo fue a ver ''Los intereses creados''. Una obra de Jacinto Benavente dirigida y coprotagonizada por José Sancho.

La abuela de Teo le había dicho que al entrar al teatro podía pedir un programa de mano para ver qué actores hacían qué personajes, quien se había encargado de la escenografía, de las luces, de la dirección y ese tipo de cosas. Lo que a su abuela se le había olvidado decirle es que después, una vez sentado en su butaca, un señor parecido a otros que ya conocía (ver ‘’Teo y los vendedores de enciclopedias’’) le daría también ¡las anotaciones del director sobre la obra! y lo mejor de todo ¡sólo por dos Euros!

La obra empieza y varios elementos empiezan a hipnotizar a Teo: Las luces, la escenografía, el vestuario, la música…Todas aquellas cosas le parecían maravillosas, completamente dignas de un presupuesto cuyo cómputo debía tender aproximadamente a infinito.

De repente algo saca a Teo de su ensimismamiento. Empieza a dudar si el señor de la foto (el de la foto de la entrada, del programa, del libro de los dos euros) está actuando o no. Todos los actores parecen ir a la vez, parecen pertenecer a un cuadro del mismo pintor, de la misma época…pero de repente el señor de la foto habla más…más… ¿normal? ¿natural? es como si hablara el señor y no el personaje. Teo está desconcertado. No lo hace mal, piensa resignado, pero lo hace diferente, diferente a todos los demás. A él le hubiera gustado más que todos los actores hicieran un trabajo coral, algo en conjunto, que todos tuvieran en cuenta a todos.

Lo que más le gustó a Teo de la obra fue una escena en la que Leandro y Silvia están solos, fuera del baile, y se enamoran para siempre. Teo sintió ese amor, se olvidó de que estaba en un teatro, fue como si eso estuviera pasando dentro de él, como si lo viera con los ojos cerrados.

Cuando la obra terminó Teo pensó que se alegraba de haber ido pero que no recomendaría a nadie que pagara dieciocho euros para ver esa obra. Menos mal que él ahora era de la ESAD: desde luego sí que es una obra de 3,60.

1 comentario:

  1. Hola Teo...me alegro que vayas al teatro! siempre va bien empaparse de obras teatrales. Yo todavía no la he visto, a ver si voy pronto y lo comentamos juntos!

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